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Souvenirs

NUEVO

Souvenirs d'un autre Monde

Los bombones de Marie Granier suscitan pasiones entre caballeros y damas de todo París. Mas si de pasiones ha de hablarse, cabría citar la de la señora Deschamps, a quien la colma un capricho inacabable por «La flauta mágica» de Mozart. Tampoco habríamos de desatender la de la señorita Monette por el pianoforte de su tío. ¡Oh!, ni, desde luego, la de la señora Bellerose, cuyo entusiasmo aumenta recitando a Shakespeare. O la de la señorita Saint Pierre, dada a dormir en compañía, bien de unos, bien de otras. A propósito de la señora De la Fontaine, se desconoce qué interés pueda concebir aparte de la ópera. Tales singularidades se tratan en Souvenirs d’un autre Monde, donde los bombones ensanchan los corpiños de sus clientas. La vida es dulce; máxime si se afronta con una pizca de chocolate.

Las luces de Eldritch

NUEVO

Las luces de Eldritch y otros relatos

«Los relatos incluidos en esta antología destacan por su cuidada narración y constituyen un sentido homenaje a la literatura de los siglos XIX y XX. Desde la enigmática trama de Las luces de Eldritch hasta el romanticismo que evoca Dulce como la sangre, Evermore nos conduce con destreza a través de ambientes opresivos —El último capítulo, Yersinia pestis— y pasajes melancólicos —Campanadas a muertos— haciendo uso de su pluma desbordante de pasión por el oficio. El actual volumen reúne los trabajos pertenecientes al periodo más oscuro del autor. Su estilo clásico y elegante hará las delicias de los asiduos a la lectura tanto como de los neófitos».

Green Waters

Green Waters

«Allá, donde ningún barco navega y ninguna carta náutica señala indicio de tierra; allá, en la lejanía, existe un misterio por resolver; un misterio remoto que aguarda tu llegada. Despliega las velas cuando el viento te sea favorable y parte rumbo a lo desconocido, surca las olas hacia lo infinito y recuerda: aquello que logra vislumbrar el hombre en la profunda vastedad del océano no siempre se trata de un espejismo. Alimenta tu espíritu de aventura, pues sólo quienes albergan un corazón libre sobreviven a los dictados de la providencia. Sé valeroso, hijo mío, porque el destello de las sirenas te alumbrará cuando no queden estrellas en la noche».

Edenton, Carolina del Norte. Año 1830

Última voluntad de un lobo de mar

El hotel Ferguson

El hotel Ferguson

Si es usted inglés o, debido a cualquier circunstancia, se encuentra en la ciudad de Londres y, atraído por los sucesos aquí descritos, siente la necesidad de visitar el distrito Este a fin de alojarse en el hotel Ferguson, le ruego que atienda mi advertencia y lo considere detenidamente antes de cometer tal imprudencia. Ha de saber que, bajo sus muros, el hotel Ferguson alberga un secreto difícil de ignorar; un secreto que los atrapará a usted y a su familia. Considere que, una vez cruzado el vestíbulo, nada podrá salvaguardar su bienestar; pues a todos los que hemos osado adentrarnos en las entrañas del Ferguson nos ha resultado difícil preservar la cordura. Y, como habría dicho su antiguo dueño, mi buen amigo Edward L. Ferguson: «Éste es su tiempo para ser felices».

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